Por algo las llamamos “cortinas”: por su versatilidad. Cada una de las cortinas puede abrirse en tres posiciones diferentes. Puedes moverlas a tu antojo con su magnífico sistema de rodamiento. Puedes abatirlas todas a un lado para dejar tu espacio 100% abierto, o abrir sólo una cortina de cristal…

Pero además, todas se abren hacia adentro. Lo que significa que la limpieza se vuelve lo más sencillo del mundo, y tus cristales siempre lucirán transparentes como si no hubiera nada entre el exterior y tú.

Este tipo de acristalamiento de balcones te regala una panorámica excepcional con la que no sólo ganas tú. Tu hogar también se verá diferente desde fuera con una nueva estética que nada tiene que ver con los cerramientos de aluminio.